Encuentro entre amigos
El eminente profesor, escritor e investigador norteamericano James D. Cockcroft, se encuentra en Cuba para participar en las actividades de la décimo cuarta Feria Internacional del Libro de La Habana y presentar su libro América Latina y Estados Unidos. Historia y política país por país.
Todo ocurrió en el parque Morro Cabañas, busqué a la persona vestida de guayabera y sombrero de ala ancha. Cuando nos encontramos me manifestó sentirse orgulloso de los cubanos que viven en una sociedad distinta a como la conoció por primera vez: Cuando joven tuve la oportunidad de visitar a Cuba varias semanas después de la llegada del yate Granma, en 1956. Fui un turista más que no hablaba español, joven, bohemio y sin experiencia. Quise recorrer la Isla para identificarme con la juventud de aquella época. Recorrí Oriente y en un pueblito de aquella zona la policía me detuvo y me envío para una cárcel en condiciones feas y terribles. Igual a las condiciones en que vivieron los cinco Héroes Cubanos prisioneros políticos del Imperio en sus primeros 16 meses. Entonces cuando me excarcelaron, mis amigos jóvenes me acompañaron a la antigua carretera central y me aconsejaron que leyera los periódicos.
Mirando los periódicos vi en las primeras páginas las fotos de los jóvenes: hombres y mujeres, asesinados por escuadrones batistianos. Sus cuerpos mutilados y tirados en las calles. Fui detenido por segunda vez, en 1956, en Santiago, fui castigado y torturado, porque según ellos, yo tenía amigos revolucionarios. Me sentí como uno de esos jóvenes que luchaban contra Fulgencio Bastista, el dictador antes de 1959. Te digo que desde aquel momento, yo fui un joven que se solidarizó con la juventud. Estoy con los cubanos antes y ahora. Sobre todo con la juventud.
James D. Cockcroft habla fluido el español, ama a los cubanos y defiende las causas justas del mundo. Confesó que desde su trinchera en Canadá y en Estados Unidos peliará porque los cinco Héroes cubanos, Ramón, René, Tony, Fernando y Gerardo regresen a su patria.
Mis ensayos están publicados en español. Sigo en la lucha por la defensa de la humanidad. Sigo metido en la defensa de Cuba y sobre todo en la defensa de los cinco patriotas cubanos encarcelados en mi país que son Patriotas de la Humanidad
Yo tuve el honor de conocer personalmente a una de las esposas de los cinco, que no puede ver a su marido porque las autoridades norteamericanas no lo permiten. Por eso estoy convencido que: Cuando se dice Cuba, se dice dignidad; Cuando se dice Adriana Pérez, se dice dignidad; Cuando se dice, la familia cubana se dice dignidad,
No finalizó sus palabras para la audiencia y los seguidores de Radio Progreso sin enviarle un mensaje: Quiero que sepa la juventud cubana de hoy que nació años después del triunfo de la Revolución, que yo conocí a Cuba bajo el régimen de Batista, que conozco el dominio de los Estados Unidos. Si ellos vuelven entonces será peor esta vez.
Yo ví a los pobres en las calles de La Habana durmiendo en las aceras sin casas, sin empleos, yo se que es el desempleo. Ahora en Cuba todo está cambiado, hay menos de un dos por ciento de desempleo y no hay ninguna persona muriendo de hambre. Es un gusto y es un honor hablar con las familias cubanas a través de Radio Progreso.
Antes de concluir sus palabras reiteró varias veces su saludo para todos los cubanos y nuestro encuentro concluyó con un abrazo muy estrecho entre amigos.
Todo ocurrió en el parque Morro Cabañas, busqué a la persona vestida de guayabera y sombrero de ala ancha. Cuando nos encontramos me manifestó sentirse orgulloso de los cubanos que viven en una sociedad distinta a como la conoció por primera vez: Cuando joven tuve la oportunidad de visitar a Cuba varias semanas después de la llegada del yate Granma, en 1956. Fui un turista más que no hablaba español, joven, bohemio y sin experiencia. Quise recorrer la Isla para identificarme con la juventud de aquella época. Recorrí Oriente y en un pueblito de aquella zona la policía me detuvo y me envío para una cárcel en condiciones feas y terribles. Igual a las condiciones en que vivieron los cinco Héroes Cubanos prisioneros políticos del Imperio en sus primeros 16 meses. Entonces cuando me excarcelaron, mis amigos jóvenes me acompañaron a la antigua carretera central y me aconsejaron que leyera los periódicos.
Mirando los periódicos vi en las primeras páginas las fotos de los jóvenes: hombres y mujeres, asesinados por escuadrones batistianos. Sus cuerpos mutilados y tirados en las calles. Fui detenido por segunda vez, en 1956, en Santiago, fui castigado y torturado, porque según ellos, yo tenía amigos revolucionarios. Me sentí como uno de esos jóvenes que luchaban contra Fulgencio Bastista, el dictador antes de 1959. Te digo que desde aquel momento, yo fui un joven que se solidarizó con la juventud. Estoy con los cubanos antes y ahora. Sobre todo con la juventud.
James D. Cockcroft habla fluido el español, ama a los cubanos y defiende las causas justas del mundo. Confesó que desde su trinchera en Canadá y en Estados Unidos peliará porque los cinco Héroes cubanos, Ramón, René, Tony, Fernando y Gerardo regresen a su patria.
Mis ensayos están publicados en español. Sigo en la lucha por la defensa de la humanidad. Sigo metido en la defensa de Cuba y sobre todo en la defensa de los cinco patriotas cubanos encarcelados en mi país que son Patriotas de la Humanidad
Yo tuve el honor de conocer personalmente a una de las esposas de los cinco, que no puede ver a su marido porque las autoridades norteamericanas no lo permiten. Por eso estoy convencido que: Cuando se dice Cuba, se dice dignidad; Cuando se dice Adriana Pérez, se dice dignidad; Cuando se dice, la familia cubana se dice dignidad,
No finalizó sus palabras para la audiencia y los seguidores de Radio Progreso sin enviarle un mensaje: Quiero que sepa la juventud cubana de hoy que nació años después del triunfo de la Revolución, que yo conocí a Cuba bajo el régimen de Batista, que conozco el dominio de los Estados Unidos. Si ellos vuelven entonces será peor esta vez.
Yo ví a los pobres en las calles de La Habana durmiendo en las aceras sin casas, sin empleos, yo se que es el desempleo. Ahora en Cuba todo está cambiado, hay menos de un dos por ciento de desempleo y no hay ninguna persona muriendo de hambre. Es un gusto y es un honor hablar con las familias cubanas a través de Radio Progreso.
Antes de concluir sus palabras reiteró varias veces su saludo para todos los cubanos y nuestro encuentro concluyó con un abrazo muy estrecho entre amigos.
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